domingo, 26 de mayo de 2013

Wave Gotik Treffen 2013 – Guía para el viajero gótico (primera entrega)



Hace apenas 3 meses había escuchado hablar de la Treffen a través de mis amigos pero no tenía idea de la magnitud de dicho festival ni de que en algún momento en mi vida iba a poder vivirlo en carne propia, así como tampoco tenía ninguna certeza de poder visitar el viejo continente en el 2013, aunque lo deseaba fervientemente. La verdad es que todos los factores se fueron dando para que yo pueda subirme al avión y dicho festival se convirtió en una de las principales metas de mi viaje, además de algunos otros motivos familiares en Bologna, Italia.
No les voy a decir que fue fácil llegar hasta la ciudad de Leipzig, porque cometí un error sólo para ahorrar unos centavos y terminé durmiendo en el aeropuerto de Frankfurt y atravesando luego el país germano en un colectivo que casi me deja varada en dicha ciudad.  Pero para los viajeros menos arriesgados, existen medios más simples para alcanzar dicha ciudad, ya que cuenta con un aeropuerto internacional y una gran estación de trenes: Leipzig Hauptbhanhof (vayan aprendiendo esta segunda palabra si se dirigen a Alemania porque significa “estación central” y la necesitarán para no cometer errores, ya que todas las grandes ciudades allí cuentan con varias estaciones de trenes).




Una vez en Leipzig tenemos dos opciones: dirigirnos a un cómodo hotel o hostel, cuyas tarifas suelen ser más elevadas que el resto del año y que es preciso reservar con meses de anticipación o acampar en el Agra, que es donde se llevan a cabo muchos de los recitales y fiestas de la Treffen, lugar al que también será preciso dirigirnos para visitar la aldea medieval, sus ferias y conciertos, así como todas las tiendas de ropa, discos, vinilos, objetos fetichistas y de sadomasoquismo, libros, carteras, trajes de época, máscaras antigas, espadas, y miles de cosas más.
Obviamente, debido a mi organización de último momento, terminé acampando y gracias a facebook conocí un grupo de chicos argentinos y de otras nacionalidades con quienes pude compartir carpa y la estadía.
Acá las advertencias para los inexpertos como yo en este tipo de festivales: al llevarse a cabo en unos parques que no funcionan todo el año como camping, la zona de las carpas no está provista de energía eléctrica y mucho menos de wifi (¡para qué va a querer Internet un europeo si ya lo tiene en su celular!), los baños de esta zona son todos químicos y hay canillas y piletas colectivas. Pero para personas más exigentes, existe más lejos una serie de duchas y baños tradicionales, para los cuales hay que pagar 1,50 euros y 0,50 euros respectivamente. Aquí mismo es posible también recargar baterías, pagando para entrar y haciendo una larga fila.




En comparación con el alemán promedio que va al Agra, mi grupo de campamentistas era de lo más agreste. Deben saber que quienes asisten a la Treffen se llevan enteros trailers con objetos o casillas rodantes. Es posible ver de todo: desde personas con su propia ducha y sistema de agua portátil, carros llenos de cerveza, espejos gigantes para arreglarse para los eventos, hasta gente con un spiedo gigante cocinando su propio cerdo al lado de la carpa, y estos son sólo algunos ejemplos. Es que este festival, además de ser único en su género y por su convocatoria masiva, se destaca también por el gran cuidado que sus asistentes ponen en maquillarse y lookearse para las distintas ocasiones. Como podrán ver en las fotos, ni el clima cálido de primavera ni el barro como consecuencia de las intensas lluvias nocturnas, lograron amedrentar a los góticos que día tras día se reinventaban en nuevos y elaborados atuendos para captar la atención de fotógrafos, turistas y curiosos. Supongo que es poco frecuente hallar un festival de tal magnitud donde los protagonistas no son simplemente las bandas, sino todo el público que asiste a él.
Otra cosa que también sorprende bastante, aunque acá en Alemania resulta de lo más común, es que se trata de un festival musical que reúnes personas de todas las edades: es un festival para toda la familia. De hecho el camping cuenta también con una guardería para los más pequeños. Pero las diversas atracciones, en particular las de la aldea medieval, son aptas para todo público y no veremos nada fuera de lugar, salvo alguna persona corriendo desnuda, pero que es aceptado con una sonrisa por los germanos. Además hay que destacar que, más allá de que seguramente habrá más de un borracho entre la gente, los alemanes son personas muy educadas, así que es prácticamente imposible toparnos con una pelea a lo largo del festival, así como también podemos dejar tranquilos nuestras pertenencias en la carpa y saber que generalmente todo va a estar en su lugar cuando regresemos.
Otra cosa muy importante de este festival y de la cultura de este país es que a nadie le importa como se viste o que hace otra persona, por ejemplo, toparnos con una familia con niños en la que el padre está vestido de mujer es algo de lo más común y no recibirá ningún tipo de comentario ofensivo. Así también las chicas tenemos la libertad de ir a un bar o fiesta  solas y vestidas de la manera que queramos (por más provocativa que sea) y sabemos que seremos respetadas y que lo más probable es que en toda la noche nadie nos saque a bailar o a lo sumo se nos acerquen a hablar pero del modo más cortés posible.




En la Treffen los recitales y fiestas se llevan a cabo también en distintos lugares o bares en las diversas puntas de la ciudad de Leipzig, pero para alcanzarlos el festival nos otorga pase gratis a todos los medios de transporte público: colectivos y tranvía. De todos modos, es necesario calcular que algunos recitales se llevan a cabo en lugares bastante distantes entre sí y que a veces tendremos que renunciar a alguna banda para ver otra. Otro dato importante para quienes quieran ir con niños es que, salvo muy cerca del escenario, los volúmenes de sonido de las bandas no son muy altos y no correremos ningún tipo de riesgo de ser golpeados, ya que no existen pogos ni avalanchas: cada cual escucha la banda en su lugar moviendo la cabeza y a lo sumo bailando.
Después de todas estas aclaraciones previas para futuros viajeros, ya están listos para saber con detalle que ocurrió a lo largo de la Wave Gotik Treffen 2013. Pero para esto les haré esperar hasta mi siguiente entrega. Sólo les voy a anticipar que pude asistir montones de recitales, una ópera, varias fiestas y la exclusivísima fiesta fetichista, a la cual es imposible concurrir con un atuendo normal, así que imagínense. Me despido hasta la próxima entrega: auf wiedersehen!






miércoles, 15 de mayo de 2013

Las cosas en Alemania ya son distintas.

¡Sono partita! Salí de Bologna, en 10 días logré reencontrarme con mi pasado y cerrar un largo capítulo de 8 años, que es casi un capítulo de 28 años, pero también podría ser sólo un capítulo de un año. En fin, la rueda de la fortuna giró una vez más, logré cerrar algunas ventanitas que me causaban daño y ahora estoy acá, sentada escribiendo en el asiento de un aeropuerto desconocido, con una lengua totalmente extraña. Sentada acá, por primera vez sola en el mundo pero tan acompañada. Acá sólo para pasar la noche.
La cosa es así: después de pasar los últimos 11 días en Bologna (Italia), más preisamente en la localidad de Pianoro (donde viven parientes, amigos y algún viejo amor adolescente), esta noche, 15 de mayo de 2013, me dispuse a tomar el avión hacia Alemania.
Obviamente en mi primer viaje totalmente sola y en país de lengua desconocida tenía que mandarme una macana desde el comienzo para hacer el viaje más entretenido, ahorrar hasta el último centavo y tener una entera noche para poder escribir. La cosa es así: la nena quería ir a Alemania desde Bologna, más precisamente a Leipzig y ¿qué hace? Saca el pasaje más barato que encuentra volando con Ryanair. Pero este vuelo no la dejaba cerca de dicha ciudad, sino en Frankfurt, casi en la otra punta del país. Y, para colmo, en un aeropuerto más pequeño ubicado en el medio de la nada, a 1 hora y 40 minutos de distancia de la ciudad  y a las 23 hs. Sólo cuando ya había adquirido mi pasaje me di cuenta del tremendo error y busqué mil soluciones por Internet, pedí consejo a los couchers de Frankfurt (un par poco confiables se ofrecieron a pasar la noche conmigo) y finalmente encontré una solución, pero es aquí que empieza mi Odisea.

Salí de Bologna en un avión pequeño y, para acrecentar mi angustia por haberme separado de mis queridos tíos, que no sé cuando volveré a ver, me ubican en el primer asiento y justo al lado de la puerta delantera, bien pegadita, ¡sí! ¡sí! Tan cerca que mochila, sweater y campera tengo que ubicarlos en el portaequipajes, porque delante de mí no hay nada. Como si esto ya no bastara para crearme cierta ansiedad, escucho decir al aeromozo que no nos sentemos de la fila 3 a la 8 porque esa parte del avión se sacude un poco. ¿Se imaginan mi cara de pánico? ¡Tremenda!

Partió el avión y me preparé para lo peor. Mientras miraba por la ventanilla, en el despegue podía observar las luces de Bologna de noche alejarse y, a su vez, me despedía del mundo por si se avecinaba un desastre. Cuando comprendí que no había ningún peligro, logré entretenerme viendo una alta azafata rubia de pelo largo y labios finos (bien alemana) que actuaba de manera bastante bizarra y humorista, en comparación con las azafatas con cara de bagres que por lo general me han tocado en Iberia (salvo excepciones claro). La verdad es que no cerré un ojo, me mantuve tensa mirando el trabajo de Francesco (el aeromozo) y la blonda, que intentaban vendernos bebidas y snacks (¡carísimos!), así como también rifas y raspaditas.
El vuelo fue más corto de lo previsto y, cuando me quise acordar, estaba volando sobre barrios cuyas farolas formaban casi dibujos de flores, a estas se alternaban altas hileras de luces rojas, de las tantas industrias alemanas. Bajamos y hacía frío, logré comprar mi boleto de micro en inglés con acento italiano (¿qué me pasó?) y fui a la parada del micro, donde descubrí algunas cosas, no sé si serán características de toda Alemania o de este aeropuerto en general: por un lado, las valijas en el micro las cargas solo y nadie controla después si te llevas tu bolso o el de otro, además la fila para subir era un amontonamiento de personas empujándose sin darle ningún tipo de prioridad a quien había llegado antes, ni a personas mayores ni a las mujeres (como suele suceder en Argentina).
Tan pronto como logré cargar mi pesada mochila tuve que bajarla porque el micro estaba lleno. Así que me senté sobre mi equipaje a esperar el siguiente, abrí mi paraguas bajo la llovizna y, cuando me quise acordar, estaba nuevamente luchando para cargar mi equipaje en otro micro (fui la última), pero logré no quedarme afuera, esta vez a fuerza de codazos y gracias a la milagrosa ayuda de una “paisana” latinoamericana que, intuyendo que las dos estábamos solas y hablábamos la misma lengua, me dijo “no te preocupes, yo te guardo un lugar”. ¡Una genia! Me salvó de quedar nuevamente varada. Para esto ya eran casi las 00.30 hs e iba a tener que esperar quizás hasta mucho más tarde.
El vehículo en movimiento comenzó a deslizarse por la carretera, la noche flotaba afuera y me recordaba que estaba sola y que me dirigía hacia un futuro nuevo, algo incierto, algo que necesitaba hacer desde hacía mucho tiempo.
Llegué así al segundo aeropuerto de la noche, el lugar donde decidí pernoctar. Y acá estoy, como algunos otros, sentada en este aeropuerto iluminado y con ruidos de la ventilación, esperando como los demás que pase la noche, que se haga de día. Son apenas las 2.50 a.m. en la ciudad de Frankfurt, todavía me quedan poco más de tres horas para seguir con esta travesía.


viernes, 3 de mayo de 2013

¡Empezó el viaje!

Micro de larga distancia en algún lugar de la provincia de Buenos Aires. Disco paraesta primera parte del viaje: “Mellon Collie and The infinite sadness” de The Smashing Pumpkins, un clásico en mis viajes con paisaje campestre.
El día empezó raro, la tele reprendió sola y con las noticias de la huelga nacional de colectivos, pero el mío salió igual.
No puedo describirles los nervios que tengo, ayer me la pasé llorando, estoy tan emocionada como si nunca hubiera volado y, en cambio, ando en aviones desde los 4 años.

“Here is no why” suena ahora en mis oídos y quedan aún muchas canciones para que termine este disco doble, faltan aún muchas horas para que el verdadero viaje comience.

miércoles, 1 de mayo de 2013

Cuenta regresiva para el festival gótico más importante del mundo

22º WAVE – GOTHIC TREFFEN: ¡Cuenta regresiva para el festival gótico más importante del mundo!


Pide un deseo. Elige un género musical y todas las diversas vertientes de una entera tribu urbana: el gótico. Piensa en el festival más importante en el mundo de este género musical y dirígete hacia allá. ¡Desde Mar del Plata, hacia Leipzig en Alemania para la Wave – Gothic Treffen!

La subcultura gótica es seguramente una de las más conocidas y popularizadas a través de las películas de terror y todos sus diversos monstruos y vampiros, y gracias a la maravillosa literatura gótica y romántica con autores como Mary Shelley, Horace Walpole, Bram Stoker y, en los últimos años, todas las oleadas de bestsellers de temáticas terroríficas que llevaron los vampiros a las masas, aunque con unas lamentables modificaciones como en Crepúsculo. Hasta los grandes diseñadores se han inspirado una y otra vez en el dark y ahora en las pasarelas vemos desfilar ropas oscuras y calaveras por doquier, así como las plataformas y los zapatos llenos de pinches y tachas.

Pero más allá de todo lo estético, que en esta subcultura tiene sin duda un lugar muy importante, una de las mayores bellezas del movimiento dark es su música (¡su hermosa música!), cuyos exponentes más comerciales son conocidos por todos: estamos hablando de bandas precursoras inglesas como The Cure, Sioux and the Banshees, Bauhaus, Christian Death en Estados Unidos, o, dentro de la vertiente synthpop, Clan of Xymox y Dead Can Dance. Con el transcurso de los años fueron apareciendo muchos otros grupos, los estilos musicales se fueron diferenciando cada vez más, apareciendo nuevas categorías musicales y estéticas y algunos hasta lograron ingresar al mercado comercial.

El festival Wave – Gotik Treffen (WGT), que fue creado en 1992 por dos amigos de Leipzig, logra agrupar desde hace 22 años algunos grupos reconocidos tanto en el ámbito comercial como en el under, así como nuevos exponentes de los estilos más variados que van desde el Electro-Pop al Goth-Metal, del EBM al Neofolk, de la música Medieval a la más Industrial. Se trata de un festival que dura cuatro días, en el que se llevan a cabo simultáneamente shows, performances teatrales, conciertos de rock, ferias medievales y de los objetos más extraños, fiestas con DJ’s, y que logra convocar unos 20.000 góticos provenientes de todos los rincones del mundo. Por una semana la ciudad de Leipzig se viste de negro y muchos de sus edificios antiguos alojan toda esta variedad de espectáculos.

Este año, asimismo, se conmemoran los 200 años del nacimiento en dicha ciudad del compositor alemán Richard Wagner. Para homenajearlo, la WGT organizó una serie de espectáculos de música clásica y ópera y un concierto y show visual al aire libre en la fachada del Völkerschlachtdenkmal (el Monumento a la Batalla de los Pueblos).

Además de este homenaje a la música clásica, este año estarán presentes en el festival bandas como Desireless, Lacrimosa, Sex Gang Children, Skeletal Family, She Past Away, The Shadow, la divina Gitane Demone y tantas tantas otras. Por ahora son más de 100 los grupos confirmados y a eso se suman los otros espectáculos que se llevarán a cabo todos los días desde las 15 horas hasta el amanecer: los Picnic Victorianos en los jardines de la ciudad, una fiesta fetichista dónde sólo se puede entrar vestidos de fiesta, performances teatrales y visuales, y muchas cosas más.

No les quiero seguir adelantando más de este esperado festival. La realidad es que, para sorpresa y felicidad de quien les escribe, desde el 17 al 20 de mayo de este año voy a poder cubrir para www.fancinema.com.ar este evento único desde Leipzig, día a día. ¡Ya tengo la cámara lista, los oídos bien abiertos, llevo anotador, bolsa de dormir para acampar en el camping oficial, mucha ropa, sombra negra y mis ganas de saltar y bailar día y noche!

-Sitios Web:

-Para información sobre la ciudad se puede chequear: http://en.wikipedia.org/wiki/Leipzig o el sitio web oficial de la ciudad: www.leipzig.de/int/en

-Si está viajando al WGT por primera vez, puede encontrar información útil para planear su viaje en:

- Tickets:
Ticket de 4 días para todos los eventos, por 89 euros cada uno, en venta anticipada (incluye cargos adicionales). El Treffen-Event-Ticket incluye el uso gratuito de transporte público (tranvía, autobuses, trenes regionales, trenes suburbanos dentro de la zona 110 de MDV), desde las 8 a.m. del 17 de mayo al 21 del mismo mes, a las 12 p.m. (excepto para rutas especiales).

- Campamento:
Para el campamento se necesita un ticket especial llamado Obsorgekarte, cuyo costo es de 25 euros (incluye cargos adicionales). Provee el siguiente paquete de servicios:
• Campamento en el Treffen-Campground
• “Pfingstbote” (“Whitsun-herald”) – el extensivo libro con el programa del Treffen.

- Estacionamiento:
Para el estacionamiento de un auto en el área del Treffen, se necesita adquirir una viñeta de estacionamiento, cuyo costo es de 15 euros (incluye cargos adicionales).
Estacionar dentro del área del Treffen es definitivamente imposible sin la viñeta correspondiente.

Todos los tickets pueden ser ordenados a través de www.wave-gotik-treffen.com.

- Contacto:
Teléfono: 0049-341-2120862 / Email: info@wave-gotik-treffen.de